Planeta

viernes, 23 de enero de 2009

San Juan El Limosnero 23/01/2009


sobrenombre de limosnero le viene a Juan por su caridad incansable


Daba una y otra vez, sin guardar nada para sí y sin hacer preguntas, pensando sin duda que si Dios nos examinara con rigor cada vez que pedimos algo, nunca recibiríamos nada.

Cuando un mismo pobre le insistía una y otra vez, San Juan seguía dando, viendo en él un reflejo de Cristo que ponía a prueba su generosidad. Su vida comenzó en Amathus, Chipre, hacia el año 550.

Quedó viudo y tras haber enterrado a todos sus hijos, entregó su fortuna a los pobres. Su reputación de santidad hizo que se le nombrara patriarca de Alejandría. Cuando accedió al cargo, su primera acción fue elaborar una lista de todos los pobres, a quienes llamaba “mis señores”, y los tomó a todos bajo su especial protección.

Los miércoles y viernes los dedicaba exclusivamente a atender sus quejas y sus necesidades. A pesar de las protestas de sus administradores, distribuyó el tesoro de su iglesia entre los hospitales y los monasterios.

San Juan tuvo muy buenas relaciones con Nicetas, el gobernador, y en una ocasión le convenció de que no creara un nuevo impuesto que iba a ser muy perjudicial para los pobres. Nicetas persuadió al patriarca para que lo acompañara en una visita al emperador, pero el santo sabiendo que su vida estaba llegando al final, navegó a Chipre, donde murió a los pocos días.

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